¡Cuidado! Las lluvias pueden favorecer el desarrollo de hongos en cítricos

Las lluvias intensas que hemos podido ver en los últimos meses pueden favorecer a ciertas enfermedades fúngicas en cítricos, sobre todo alternaría y aguado.


La alternaría, también conocida como mancha marrón, es una enfermedad propiciada por factores como la lluvia, la humedad o las temperaturas cálidas. La infección produce en las hojas puntos de color oscuros rodeados por un halo amarillo, creciendo posteriormente de forma irregular hasta alcanzar diámetros en torno a un centímetro. En frutos produce lesiones deprimidas e irregulares, pudiéndose observar, igualmente, un halo amarillo si el fruto aún no ha enverado. Como consecuencia, se produce la caída de hojas y frutos, especialmente cuando estos son jóvenes.

 

El aguado, otra de las enfermedades que puede ocasionar graves daños a los cultivos de cítricos, también se ve favorecida por la abundancia de lluvia. Además, la mosca de la fruta y su picada es una vía de penetración de los hongos que producen pudriciones, como el aguado. 

Ocasionada por hongos del género Phytophthora, podemos identificarlas por la aparición de pudriciones blandas de color marrón, que van avanzando progresivamente hasta afectar por completo todo el fruto.

 Mucha de la fruta con síntomas de aguado en campo suele caer al suelo. Cuando los frutos se recolectan con infecciones todavía recientes, las pudriciones suelen desarrollarse posteriormente en el almacén.

 

Los frutos más propensos a padecerla son aquellos en envero y maduración, especialmente los situados en las faldas de los árboles, más cercanos al suelo, donde los hongos causantes del aguado viven de forma saprofítica y llegan más fácilmente las salpicaduras de lluvia o de barro con los propágulos infectivos de Phytophthora.

 

Si no se realizan a tiempo los tratamientos fungicidas preventivos, es conveniente tomar medidas de emergencia dentro de las 48 horas siguientes al cese de las lluvias.

 

En cuanto al control químico, los fungicidas de contacto son muy efectivos frente al aguado, pero las aplicaciones deben realizarse de forma preventiva con antelación al inicio de los períodos de lluvias en otoño. Los fungicidas sistémicos tienen acción tanto preventiva como curativa, por lo que son efectivos también sobre infecciones recientes todavía asintomáticas.

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