Cómo combatir la sequía en la agricultura

Actualmente, la sequía es uno de los desafíos más acuciantes que enfrenta la agricultura moderna. Las condiciones climáticas extremas están aumentando en frecuencia y severidad, amenazando la seguridad alimentaria global.

En este artículo, te vamos a dar una serie de consejos y buenas prácticas para aprender cómo combatir la sequía.

Importancia de la sanidad vegetal para combatir la sequía

Una de las estrategias más efectivas para combatir la sequía es mejorar la sanidad vegetal. Cuando las plantas están sanas y fuertes, son más resistentes al estrés hídrico.

Aquí es donde entran en juego los microorganismos beneficiosos, como las bacterias y los hongos que forman simbiosis con las raíces de las plantas. Estos microorganismos pueden aumentar la resistencia de las plantas a la sequía al mejorar la absorción de nutrientes y agua, así como al estimular el crecimiento radicular.

El manejo eficiente de fitosanitarios y productos de biocontrol permiten maximizar los beneficios de una buena sanidad vegetal. Los fitosanitarios ayudan a controlar las enfermedades y plagas que pueden debilitar a las plantas. Sin una gestión adecuada de estas amenazas, incluso las plantas más saludables pueden sufrir.

Microorganismos beneficiosos y fitosanitarios, una alianza eficaz

Los microorganismos beneficiosos, cuando se combinan con un manejo responsable de fitosanitarios, pueden proporcionar una defensa robusta contra el estrés hídrico.

Los microorganismos mejoran la salud del suelo y las plantas, facilitando una mejor absorción de agua y nutrientes. Mientras tanto, los fitosanitarios protegen a las plantas de enfermedades y plagas que podrían comprometer su resistencia a la sequía.

Este enfoque integrado no solo fortalece las plantas contra la sequía, sino que también asegura que los recursos fitosanitarios se utilicen de manera eficiente y sostenible.

Uso responsable pata impacto mínimo y eficacia máxima

Es crucial utilizar fitosanitarios y productos de biocontrol de manera responsable para minimizar su impacto ambiental y maximizar su eficacia a largo plazo. Esto implica elegir productos compatibles con los microorganismos beneficiosos y aplicarlos de manera que no perjudique el equilibrio del ecosistema del suelo. La clave está en mantener un enfoque equilibrado que apoye tanto la salud de las plantas como la del entorno en el que crecen.

Claves para la mitigación de la sequía

Agricultura de conservación

La agricultura de conservación juega un papel crucial en la mitigación de los efectos de la sequía. Esta práctica agrícola sostenible se centra en mantener la salud del suelo, lo que a su vez mejora la capacidad de retención de agua y reduce la erosión. Al minimizar la pérdida de humedad del suelo, los agricultores pueden obtener un rendimiento óptimo de sus cultivos incluso en condiciones de sequía.

Una de las soluciones que permiten la conservación del agua en el suelo son las cubiertas vegetales. Estas cubiertas, que pueden consistir en una variedad de plantas como leguminosas y gramíneas, se siembran entre las filas de cultivos principales o como cultivos de cobertura. Esto ayuda a reducir la evaporación del agua, mantener la humedad del suelo y prevenir la erosión.

Productos para la mejora de la retención de agua

También se puede optar a varios productos en el mercado que pueden ayudar a mejorar esta capacidad de retención de agua y combatir la sequía en los cultivos. Aquí algunos ejemplos:

  • Hidrogeles: Estos polímeros absorben grandes cantidades de agua y pueden retenerla en el suelo durante períodos prolongados, liberándola gradualmente a las raíces de las plantas cuando es necesario.
  • Polímeros de retención de agua: Similar a los hidrogeles, estos polímeros ayudan a mejorar la disponibilidad de agua para las plantas y reducen la pérdida por evaporación.
  • Productos de mulching: Materiales como películas de plástico biodegradables y tela de paisaje ayudan a reducir la evaporación del agua, mantienen la humedad del suelo y previenen la erosión causada por el impacto directo de la lluvia.

Prácticas agrarias para combatir la sequía

Uso de mulching y labranza reducida

  • Mulching: Aplicar una capa de material orgánico, como paja, hojas o residuos de cultivos, en la superficie del suelo puede ayudar a reducir la evaporación del agua, mantener la humedad del suelo y prevenir la erosión.
  • Labranza reducida o cero labranza: Adoptar prácticas de labranza reducida o cero labranza ayuda a mantener la estructura del suelo lo que permite conservar la humedad.

Rotación de cultivos y control de drenaje

  • Rotación de cultivos: Rotar diferentes cultivos en el mismo terreno puede mejorar la estructura del suelo y reducir la erosión.
  • Control de drenaje y manejo de agua: El diseño adecuado de sistemas de drenaje y la implementación de técnicas de manejo del agua, como la construcción de zanjas de desviación y la instalación de sistemas de riego por goteo, pueden ayudar a dirigir el flujo de agua de manera controlada y reducir la erosión.

La lucha para combatir la sequía requiere un enfoque multifacético que combine todos estos aspectos y del esfuerzo y compromiso de todos para garantizar una producción sostenible a largo plazo. 

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